Durante la conmemoraciýn del Golpe Militar en La Moneda, la Mandataria asegurý que el quiebre democrýtico de 1973 y sus consecuencias son una lecciýn para reivindicar la vocaciýn del paýs de "vivir en paz y tranquilidad".
SANTIAGO.- La Presidenta Michelle Bachelet subrayý este jueves que en nuestro paýs "no puede haber espacio para la violencia y el miedo", vinculando las lecciones que a su juicio dejý el Golpe Militar de 1973 con el atentado terrorista ocurrido este lunes en las inmediaciones de la estaciýn Escuela Militar del Metro.
Durante la ceremonia ecumýnica de conmemoraciýn de los 41 aýos del quiebre democrýtico realizada en La Moneda, que incluyý un emotivo homenaje al ex Presidente Salvador Allende, la Mandataria resaltý el valor de la democracia y la necesidad de proteger la paz y la tranquilidad del paýs, en medio de la conmociýn que provocý el bombazo.
En ese contexto, la jefa de Estado indicý que "tenemos mucho que hacer para perfeccionar nuestra democracia, aýn asý esta democracia que hoy nos permite reunirnos en libertad y reivindicar nuestra historia es nuestro bien mýs preciado como sociedad".
"No sýlo por lo mucho que nos costý recuperarla, es nuestro mayor capital porque en ella el Estado estý al servicio del pueblo y no en su contra (ý) Es nuestra construcciýn mýs preciada, porque es nuestra garantýa de que somos capaces de resolver nuestras diferencias en el marco del respeto, los derechos y la paz", agregý.
En esa lýnea, Bachelet subrayý que "no estamos dispuestos a permitir que esa cultura de respeto, de derechos y de paz que hoy reivindicamos y que nos pertenece a todos, sea atropellada, usada o menospreciada por nadie".
"Si hay una lecciýn aprendida para todos del Golpe Militar de 1973 es que en Chile no hay ni puede haber espacio para la violencia, condenamos la violencia en todas sus formas y reivindicamos la vocaciýn de nuestro paýs de vivir en paz y tranquilidad, porque en Chile no puede ni hay espacio alguno para el miedo o el temor", enfatizý.
A juicio de la gobernante, es "precisamente gracias a la memoria con sus cicatrices y con su luminosa persistencia que sabemos que la fortaleza de nuestra democracia es un patrimonio comýn que a cada uno de nosotros le corresponde cuidar".
"Y si en dýas como estos repetimos nuestra condena mýs absoluta a todo hecho que desprecie la vida humana, es porque conocemos demasiado bien el supremo valor de la existencia y de la dignidad de cada compatriota sobre nuestra tierra", concluyý.
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