La poblaciýn de estos insectos disminuye un 8% cada aýo, lo que pone en riesgo su futuro. Pero por sus condiciones geogrýficas, Chile podrýa representar su ýltima oportunidad para subsistir.
SANTIAGO.- Las abejas podrýan desaparecer de Chile en sýlo quince aýos, pero el paýs tambiýn podrýa convertirse en el ýltimo refugio de estos laboriosos y benýficos insectos, segýn dijeron a Efe los expertos de la ONG "Plan Bee".
La poblaciýn de abejas disminuye un 8% cada aýo, lo que proyectado a quince aýos se convertirý en un serio peligro de extinciýn para la especie, advierte Paula Pedreros, cofundadora de la organizaciýn. La paradoja es que Chile, debido a sus condiciones geogrýficas y recursos hýdricos, tambiýn podrýa convertirse en el ýltimo refugio de las abejas, cuya existencia estý amenazada por igual en todo el mundo, debido a factores que resultan comunes en los cuatro puntos cardinales.
"La sequýa, deforestaciýn, el uso de pesticidas, las antenas de la telefonýa celular, torres de alta tensiýn, cultivos transgýnicos y la invasiýn de especies invasoras, como las avispas africanas llamadas 'chaquetas amarillas' en Chile", enumerý Paula Pedreros. "Es fundamental darse cuenta de que nuestra existencia como seres humanos depende de la vida de las abejas, ellas son ahora el principal indicador de que nuestro planeta estý agonizando", subrayý.
Tras analizar mýs de 52.000 colmenas en dos aýos en las regiones de Coquimbo y Valparaýso, los profesionales de Rejipro, una empresa chilena dedicada a la extracciýn de propýleos, se percataron de que era necesario crear un "plan B" para trabajar por la concienciaciýn de la sociedad sobre la conservaciýn de las abejas.
La forma de contrarrestar estas adversidades comienza, segýn Pedreros, "por pedir a los habitantes de Chile que planten flores, para poder recuperar y mantener la poblaciýn de abejas". Hay que tener presente "que este proyecto ayudarý a descontaminar la tierra" remarcý la experta.
Plan Bee ha emprendido tambiýn una amplia campaýa en los colegios, enseýando a los jývenes la importancia de la abeja en la vida diaria y promoviendo la instalaciýn de colmenas urbanas en Santiago. "Estamos creando espacios para la biodiversidad, ya tenemos la primera reserva de abejas en Los Molles (300 kilýmetros al norte de Santiago) y esperamos de aquý a fin de aýo tener al menos dos mýs", explicý Pedreros.
Sin embargo, desde la ONG reclaman "medidas del gobierno para evitar la desapariciýn de las abejas", razýn por la cual han escrito cartas a los ministros Carlos Furche (Agricultura) y Pablo Badenier (Medio Ambiente) denunciando la utilizaciýn de plaguicidas neonicotinoides en los cultivos. Tales sustancias, "estýn perjudicando gravemente la poblaciýn de abejas, de otros insectos polinizadores y de aves silvestres", protestý Paula Pedreros.
La desapariciýn de las abejas supondrýa ademýs la pýrdida de miles de empleos que dependen directamente del trabajo de estos insectos, especialmente en el ýmbito rural.
Asimismo, provocarýa una drýstica disminuciýn de los ingresos del sector frutýcola y transformarýa la cadena alimentaria tal y como la conocemos, razones suficientes para pasar a la acciýn y evitar que se extingan en los prýximos 15 aýos, concluyý la experta.
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