"Tucker" es una gata que vive en un centro de adopción en Washington, Estados Unidos, y a causa de su historia de infortunios hoy es conocida como la gata "más triste del mundo".
La felina fue abandonada en el centro y sufre diversas enfermedades que hacen que ninguna familia la elija para llevarla a su hogar.
Las afecciones impiden que la gata viva con normalidad: un extraño mal en los músculos de su rostro no le permiten realizar ciertas expresiones faciales y la deja con un semblante triste.
Además tiene las articulaciones mal formadas, lo que le dificulta caminar. A esto se suma un problema en la sangre que le hace la piel muy delgada y la deja muy expuesta a lastimarse.
"Tucker disfruta sentarse en la falda de las personas y jugar con muñecos de cordel. También adora que la acaricien debajo de la barbilla y detrás de las orejas, y es grandiosa con los niños", cuenta su breve biografía en el sitio web de Purrfect Pals, el refugio en el que se encuentra.
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