El lunes, cuatro mujeres de 18 a 50 años sufrieron los mismos ataques en Quetta, en un mercado en el barrio de Sariab. Sus rostros fueron parcialmente quemados
Foto: AFP
Los crímenes de honor familiar eran considerados como los únicos motivos de los ataques con ácido que desfiguraban a las mujeres en Pakistán, pero recientes agresiones cuyas causas se desconocen siembran el pánico en Baluchistán.
Todos los años, unas cien paquistaníes son víctimas de ataques con ácido, y muchos casos más no son registrados porque las víctimas tienen miedo de dar testimonio, según organizaciones no gubernamentales.
La magnitud del fenómeno condujo en 2011 al gobierno a aumentar las penas de cárcel (14 años mínimo) y las multas para los culpables.
Numerosas víctimas conocen a sus agresores. En general se trata de allegados que, una vez identificados, dicen a menudo que las castigaron por haber "mancillado su honor" o el de su familia por su comportamiento "indecente".
Sin embargo, durante la última semana se produjeron ataques aparentemente aleatorios en Baluchistán (sudoeste) que sugieren causas y una forma de operar muy diferentes.
El lunes, cuatro mujeres de 18 a 50 años sufrieron los mismos ataques en Quetta, en un mercado en el barrio de Sariab. Sus rostros fueron parcialmente quemados.
"Tal como lo indica nuestra tradición, llevaban grandes chales y cubrían sus rostros, fue eso lo que las salvó de heridas más importantes", declaró a la AFP Naz Bibi, madre de dos de las cuatro víctimas.
Ella está furiosa con los agresores, que "jamás deberían tratar a las mujeres en esa forma". Pero a pesar de su crimen, "siguen en libertad", dice airado furioso Mohamad Munzoor, hermano de una de las mujeres desfiguradas con vitriolo.
Baluchistán, una provincia paquistaní desértica, que limita con Afganistán e Irán, es una de las regiones paquistaníes más inestables, sacudida por la violencia islamista y el conflicto entre el ejército y los insurgentes separatistas.
Sin embargo, estaba mucho menos afectada por las agresiones con ácido que la provincia de Penjab (centro), donde se registraron los primeros ataques.
En el barrio de Sariab, donde se produjo uno de los dos ataques con ácido, algunos sugieren una implicación del Ahl e Sunat Wal Jamat (ASWJ), un grupo islamista armado influyente en la región.
Ningún sospechoso ha sido arrestado por esos dos ataques con ácido, que no fueron reivindicados. "En esta etapa, es prematuro acusar a un grupo religioso", afirma Akbar Husain Durrani, el número dos del ministerio provincial del Interior.
Pero algunos nacionalistas de Baluchistán se mantienen firmes en esta posición y acusan a los grupos de tipo ASWJ, y detrás de ellos al Estado que supuestamente los manipula en este sentido, de llevar a cabo estos ataques con ácido con una finalidad política: aterrorizar a las mujeres para que no apoyen a los independentistas.
"El objetivo de esos actos inhumanos es apartar a las mujeres de la educación, de la vida social, económica y política creando un clima de terror", afirma Jahanzaib Jamaldini, vicepresidente del Partido Nacional de Baluchistán (independentista).
No hay comentarios:
Publicar un comentario